A
lo largo de todo este miércoles (13) estuvo en debate la integración
productiva de América del Sur, en el coloquio realizado por el
Instituto Lula en alianza con la Unasur. El panorama presentado por
los panelistas muestra que la integración productiva es un gran
potencial de la región y también una necesidad para enfrentar la
nueva fase de desarrollo económico.
“No
vivimos una época de cambios sino un cambio de época. Los desafíos
no pueden ser superados sin integración”, afirmó Antonio
Prado, secretario ejecutivo adjunto de la CEPAL. Él resaltó además
la velocidad de las innovaciones tecnológicas y sus efectos en las
cadenas productivas.
En
este sentido, el ex presidente de la Agencia Brasileña de Desarrollo
Industrial (ABDI), Reginaldo Arcuri, presentó experiencias exitosas
de integración en el área industrial. Juan Salazar, asesor
económico de la Unasur, también presentó proyectos concretos de
integración de infraestructura, en este caso de Cosiplan. El órgano
fue creado por la Unasur y se encarga de las áreas de transporte,
energía y comunicación.
Muchos
expositores resaltaron los grandes avances logrados en los últimos
años, pero la necesidad de avanzar más fue una opinión constante.
“El 90% de la producción industrial del mundo todavía está
concentrada en 25 países. Necesitamos invertir en industrias
regionales”, afirmó Fernando Sarti, director del Instituto de
Economía de la Unicamp.
El
papel central del Estado en fomentar la integración fue resaltado
por Esther Bermerguy, ex secretaria de Planificación e Inversiones
Estratégicos del Ministerio de Planificación, y Victor Rico,
director representante de Banco de Desarrollo de América Latina
(CAF) en Brasil. “Tenemos muchos ejemplos de como es posible
hacer innovación cuando se dan las condiciones y el ambiente
institucional adecuado”, afirmó.