El
segundo día de debates de la “Conferencia Internacional sobre la
Emergencia de África”, que ocurre en Abidjan, capital de Costa de
Marfil, se realizaron dos sesiones plenarias y siete reuniones de
grupos de trabajo. Cientos de participantes, de más de 40 países,
dieron continuidad a los intercambios de experiencias con el objetivo
de ayudar a los países del continente africano a acelerar sus
caminos hacia el desarrollo social e inclusivo.
El
principal organizador del evento, el ministro de Planificación y
Desarrollo de Costa de Marfil, Albert Mabri Toikeusse, presidente de
una de las plenarias, fue uno de los oradores que mejor sintetizó el
espíritu de la Conferencia al hablar de la lucha del gobierno de su
país por ser reconocido también como un “emergente”. Dijo:
“Tenemos que ponernos en el lugar de un ciudadano común y
preguntarnos: ¿qué me trae a mí este crecimiento? ¿A mi barrio?
¿A mi empresa? ¿Qué mejora ha traído a los servicios públicos?
¿A la Salud? ¿A la Educación? ¿Al Transporte?”. Y prosiguió:
El desarrollo económico tiene que traer desarrollo humano. El hombre
debe ser beneficiado y solo así va a defender y sostener ese
crecimiento”.
El ministro Toikeusse concedió una audiencia
a la delegación brasileña presente en el encuentro, compuesta por
el presidente del Ipea, Sergei Soares; el embajador de Brasil en
Abidjan, Alfredo José Cavalcanti Jordão de Camargo; el
ministro-consejero, Pedro Etchebarne y el director para África del
Instituto Lula, Celso Marcondes. Él agradeció la participación
brasileña en los debates y afirmó que nuestro país es una de las
principales referencias para Costa de Marfil, una de las diez
economías que más crece en el mundo actualmente (7% en 2014).
Afirmó que pretende ir a Brasil todavía este año, en el comando de
una delegación marfileño para conocer mejor las políticas públicas
y los programas sociales victoriosos en el país.
La
evaluación del ministro sobre el proceso de desarrollo económico de
África en este siglo XXI es la misma del director del área de
Desarrollo Humano del PNUD, Selim Jahan, que también participó en
una sesión plenaria. “Tenemos que ver quiénes se están
aprovechando de los resultados del desarrollo económico. África
debe convertirse en emergente desde el punto de vista humano y eso
significa crear oportunidades para todos. Tenemos que perseguir el
crecimiento, pero este debe ser inclusivo, las personas tienen que
participar de los beneficios. Para ello, las economías que crecen en
el continente necesitan diversificar sus economías, no concentrarse
únicamente en la explotación de recursos naturales.” Y citó como
ejemplos a Ghana, Kenia y Mozambique, países que siguen este camino.
Él hacía referencia a la dependencia de algunos países africanos
con la exportación de petróleo y minerales, que en este momento
pasan por dificultades debido a la caída del precio mundial de
varias commodities.
El
eje de los debates de la Conferencia fue establecido por la “Nota
Conceptual” distribuida por los organizadores a los presentes.
Después de recordar que el África mantiene una tasa media de
crecimiento del 5% desde el inicio del siglo, a pesar de la crisis
económica mundial iniciada en 2009, la nota del Ministerio de
Planificación marfileño afirma: “El fuerte crecimiento registrado
en el continente no permitió la reducción de la pobreza, ni tampoco
de las desigualdades, o la creación de empleos decentes para una
población africana joven y que aumenta rápidamente. Con efecto,
alrededor del 48,5% de los africanos vive aún en una situación de
extrema pobreza, con menos de 1,25 dólares al día y el 72% de la
población joven vive con menos de dos dólares al día”. Y añade:
“El 20% más pobre posee menos del 10% de los ingresos del país,
mientras el 10% más rico controla entre un cuarto y la mitad del
ingreso nacional”.
Brasil
estuvo representado en las dos sesiones plenarias del día a través
del presidente del Ipea, Sergei Soares, y del director del Instituto
Lula, Celso Marcondes. Soares habló sobre “El éxito de Brasil en
el desarrollo humano en el cuadro de la emergencia”. La
presentación de Marcondes tuvo como tema “La experiencia de Brasil
en materia de transformación estructural”. Ellos debatieron con
autoridades y estudiosos de varios países africanos – Argelia,
Burkina Faso, Islas Mauricio, Costa de Marfil, Chad y República del
Congo -, de otros “emergentes” – India, Turquía y Corea del Sur
-, al igual que con directores del PNUD y del Banco Mundial.
