“Yo soy ingenuo, pero creo en la política”, dice Lula en debate en Alemania

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El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en una charla hoy con líderes del SPD, el partido socialdemócrata alemán, en la Fundación Friedrich Ebert, defendió el diálogo como el principal instrumento de la política internacional.

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Al lado del ex ministro de relaciones exteriores de Alemania y líder de la bancada del SPD, Frank-Walter Steinmeier, Lula comentó que la negativa a la inclusión de los países en desarrollo en el Consejo de Seguridad de la ONU y el desprecio al diálogo son parte de la misma resistencia al cambio en las relaciones de poder internacionales. “El problema es que quien está allí [en el poder] no quiere repartir el poder. Está muy cómodo de esta manera”.

Para él, la política podría resolver grandes conflictos mundiales como, por ejemplo, el de Medio Oriente, pero grandes intereses terminan interfiriendo también en las decisiones de los organismos de gobernanza mundial: “Creo que hay gente en el mundo que no quiere la paz; el pueblo quiere la paz, pero hay gobernantes que necesitan la discordia para poder ser importantes. Si no, no habría ninguna explicación para que no haya paz en Medio Oriente. La misma ONU que creó el Estado de Israel, ¿ por qué no crea el Estado Palestino?

Frank-Walter elogió los cambios en la política externa de Brasil y dijo que fue testigo del empeño del brasileño para poner en práctica su disposición al diálogo. “Lo que nos mostró el presidente Lula en América del Sur fue que a pesar de las diferencias de intereses entre los países, él siempre optó por hablar, incluso con los aliados difíciles. Esa política de inclusión de los aliados ha cambiado a América del Sur.  Y creo que la ha cambiado para mejor”, completó.

Fue la creencia en que la política debe ser ejercida para la promoción de la paz mundial la que lo llevó a Irán, en 2010, relató el ex presidente brasileño. “Salí de Brasil y me fui a Irán contra la voluntad de todos. Yo estaba convencido de que era posible convencer a Irán a firmar el documento que la agencia necesitaba. Ellos me decían así: “Lula, tú eres ingenuo. Tú le crees a Ahmadinejad y él no dice la verdad”. Yo contesté: “Yo soy ingenuo, pero creo en la política”. Porque una vez pregunté, en esa reunión de Princeton: “Obama, ¿ya conversaste con Ahmadinejad?” “No”. “Berlusconi, ¿ya conversaste con Ahmadinejad?” “No”. Vamos, si nadie había conversado con el tipo, ¿ de qué diablos de política se trata?”

Contó entonces que fue a Irán y logró que Ahmadinejad firmara el documento que la agencia necesitaba, un compromiso de uso pacífico de la energía nuclear. “Cuando pensé que el Consejo de Seguridad de la ONU me daría un premio de agradecimiento porque conseguimos lo que ellos no habían conseguido, me hicieron la mayor demostración de celos del mundo y decidieron punir igual a Irán”,  relató.

Sistema financiero
En otro momento de la charla, el ex presidente habló sobre el rol del FMI y su incapacidad de lidiar con la crisis en los países ricos y propuso una reflexión sobre el papel del sistema financiero.

“Cuando cayó el muro de Berlín, mucha gente quedó deprimida. Y yo decía “gracias a Dios, el mundo está libre para pensar otra vez. Yo creo que esta crisis no es un llamado a la desesperación, sino que es un llamado a discutir cosas nuevas, a discutir el papel del sistema financiero en el mundo. Un banco no puede existir haciendo transacciones de papeles, tiene que financiar al sector productivo”, defendió.