“Destinar recursos a clases marginadas es invertir e impulsar la economía”, dice Lula a periódico mexicano La Reforma

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Lea a continuación el artículo publicado en el periódico mexicano La Reforma, el 18 de abril, un día antes del viaje de Lula a México. En la ocasión, el ex presidente habló de los logros de las políticas sociales de Brasil contra el hambre:

La lucha contra el hambre y la pobreza no es un gasto asistencialista: es una inversión que resultó clave en el crecimiento de Brasil, aseguró Luiz Inácio Lula da Silva.

La víspera de su llegada a México en el marco de la Cruzada Nacional contra el Hambre, el ex Presidente brasileño enfatizó que la clave del éxito de la política social de su Administración fue dar a los más necesitados opciones que les permitieran trascender esa situación.

“La puerta de salida fue la creación de 19 millones de empleos, fue formalizar 11 millones de emprendedores individuales. La gran salida fue la regularización de casi 3 millones de micro y pequeñas empresas en Brasil. Necesitamos vencer el discurso conservador que dice que esas políticas son populistas”, señaló en entrevista el periódico mexicano Reforma

“En Brasil no aceptamos que nos dijesen que eran políticas asistencialistas o que eran gastos porque, para nosotros, es inversión. Invertimos en el pobre; pasó a consumir. El consumo animó el comercio, el comercio compró de la industria y de la agricultura, y así todos los sectores comenzaron a generar más empleos”.

De acuerdo con información oficial de Brasil, en la gestión de Lula – de 2003 a 2010–, se sacó de la pobreza extrema a 33 millones de personas y aumentó en 40 mi- llones la clase media.

Alberto Armendáriz

RÍO DE JANEIRO.- Invertir en los más necesitados es clave para que países como México o Brasil puedan crecer de manera sustentable, afirmó el ex Presidente bra- sileño Luiz Inácio Lula da Silva.

“En Brasil no aceptamos que nos dijesen que eran políticas asistencialistas o que eran gastos, porque, para nosotros, es inversión”, enfatizó en exclusiva el periódico mexicano Reforma a pocas horas de llegar a México en el marco de la Cruzada Nacional contra el Hambre.

“Invertimos en el pobre, pasó a consumir, el consumo animó el comercio, el comercio compró de la industria y de la agricultura, y así todos los sectores comenzaron a generar más empleos. Los resultados son extraordinarios”.

“Lo importante es una política de Estado permanente, que sea duradera, que no sea hecha por un año”, advirtió Lula, en cuya Administración se logró sacar a 33 millones de personas de la extrema pobreza y aumentar en 40 millones la clase media brasileña.

El ex obrero metalúrgico y fundador del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, explicó que la clave del éxito de la política social de su administración fue dar a los más necesitados una puerta de salida que les permitiera trascender esa situación.

“La puerta de salida fue la creación de 19 millones de empleos, fue formalizar 11 millones de emprendedores individuales. La gran salida fue la regularización de casi 3 millones de micro y pequeñas empresas en Brasil. Necesitamos vencer el discurso conservador que dice que esas políticas son populistas”, dijo.

Para el ex Mandatario, la inversión en los pobres debe darse en varios aspectos, como sucedió en Brasil a través de una combinación de programas como el famoso esquema de transferencia de renta Bolsa Familia o el Hambre Cero, además de tener una política de valorización del salario mínimo, de ayuda a la agricultura familiar, al pequeño emprendedor individual, y a las micro y pequeñas empresas a través de líneas de crédito con intereses más baratos.

Lula resaltó la necesidad de que México mire más hacia América del Sur y se aproxime más a Brasil y al Mercosur, el bloque comercial integrado por el gigante sudamericano además de Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela.

“No es fácil; tal vez los empresarios mexicanos tienen desconfianza de los brasileños y viceversa. Pero la verdad es que México y Brasil se tienen que acercar mucho más.

“Son las dos mayores poblaciones y economías de América latina; son países que tienen un potencial de producción e intercambio muy grande”, apuntó.

“Espero que el Presidente Enrique Peña Nieto y la Presidenta Dilma Rousseff tengan la ca- pacidad de hacer aquello que yo y los ex presidentes mexicanos no tuvimos condiciones de hacer”, deseó.

Muchos de los programas sociales de transferencia de renta y combate al hambre que usted lanzó en Brasil ya habían sido probados antes en México sin los mismos buenos resultados. ¿Por qué?
Lo que funcionó en Brasil no fue apenas un programa, sino un conjunto de programas en el área social, coordinados por un único ministerio, con un registro de beneficiarios muy fiel la realidad para que podamos garantizar que el dinero cegase a quien estaba destinado.

En Brasil teníamos una política social, pero como no había registro de quienes estaban necesitados, muchas veces el dinero no llegaba a manos de esas personas; había mucho intermediario.

Hoy, la persona registrada tiene una tarjeta magnética y recibe los recursos sin deber favor al gobierno. Y el 99 por ciento de las tarjetas son dadas a mujeres porque ofrecen una mayor garantía de que van a transformarse en alimento para la familia.

Para que estos programas tengan éxito, ¿es necesario un ritmo de crecimiento mínimo de la economía?
Obviamente cuanto más crez- ca una economía, y si usted tiene un compromiso social de distribuir los ingresos generados por ese crecimiento, mejor. Pero en Brasil, cuando comenzamos con Hambre Cero la economía no estaba creciendo. Lo que hicimos fue repartir de nuestro presupuesto un poco de todo el mundo para que los pobres tuviesen participación em los recursos del gobierno.

Hay países en los que la economía cresce por años seguidos, Brasil llegó a crecer 10 por ciento al año en los 70, pero no hubo reducción de la pobreza.

Lo fundamental es que a la hora de elaborar el presupuesto nacional se destine una parte para distribuir entre los más pobres.
Toda la sociedad organizada tiene una participación directa o indirecta en el presupuesto, pero los pobres no. Nosotros comenzamos a incluir a los pobres en el presupuesto y a medida que la economía, el PIB, fue creciendo, fue posible aumentar esa porción para políticas sociales.

Es importante recordar que en Brasil gastamos sólo 0.5 por ciento del PIB para atender a 54 millones de personas. Lo fundamental es empezar. La gente se preguntaba si el PIB tenía que crecer para ser distribuido o si debía ser distribuido antes de que creciera. Nosotros hicimos las dos cosas concomitantemente. Comenzamos a distribuir y la economía comenzó a crecer, y todo fue más fácil.

En México se están incorporando compañías transnacionales a la Cruzada Nacional contra el Hambre. ¿En la experiencia brasileña, este tipo de iniciativas beneficiaron al programa?
En Brasil también participaron muchas empresas. Pero esa participación es más paliativa. Es el Estado quien tiene que colocar en su presupuesto una porción por año para resolver el problema de la miseria.

País consentido
Ésta es la quinta visita de Lula a México desde que dejó la presidencia. Es el país que más ha visitado después del fin de su mandato.
– Desde que, el día 1 de enero de 2011, entregó el poder a su sucesora y ahijada política, Dilma Rousseff, Lula tiene actividades en el Instituto Lula, imparte conferencias internacionales, y apoya a candidatos del PT.
–  En el Instituto Lula, respalda iniciativas de inclusión social a través de proyectos de cooperación en AL y África.
–  Por sus conferencias ha llegado a cobrar hasta 100 mil dólares por presentación.
– En octubre de 2011, fue diagnosticado con cáncer de laringe y comenzó de inmediato un tratamiento que, después de cinco meses, según sus médicos, logró erradicar el tumor.

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